En primer lugar vamos a comenzar con una definición de
periodo de adaptación, que es el tiempo que cada niño y niña necesita para
poder adaptarse a una situación nueva.
Cuando llega al centro el niño, sufre una separación
importante con la que ha establecido el apego ya que pasa de un ambiente familiar
seguro y estable a otro muy diferente. Supone muchos cambios para él, entra en
relación con otros niños y adultos en un espacio nuevo, donde no conoce ni los
materiales ni el mobiliario. Todo esto se desarrolla en un ambiente que no es común
para él produciendo desconfianza, temor e inseguridades.
Hay que tener muy en cuenta que este proceso es muy
diferente en cada niño, debemos respetar su ritmo personal, sus costumbres y
peculiaridades y dar el tiempo necesario para que pueda recomponer su mundo
afectivo.
El objetivo básico de este proceso es conseguir el mayor
grado de confianza entre padres, niños y docentes, y lograr que descubran un
nuevo lugar de juego y aprendizaje, estando en relación con sus iguales.
Orientaciones que nos pueden ayudar en esta etapa:
- Conocer al docente que estará con los niños.
- No introducir alteraciones en sus rutinas los días previos a la entrada.
- La asistencia al centro se realizará de forma continua, comenzando con pocas horas al día para ir paulatinamente ampliando el horario o seguir el plan de adaptación de la escuela.
- Respetar el horario de entrada del centro. Las despedidas serán breves, evitando gestos de preocupación o pena.
- Confiar en los educadores del centro.
- Una vez que haya comenzado el periodo de adaptación llevar al niño todos los días al centro, ya que esto facilitará la adaptación.
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